miércoles, 21 de diciembre de 2011

Gran paso adelante en la genética del Alzheimer


    La revista Neurobiology of Aging publica un artículo en el que sus autores demuestran la asociación que existe entre la enfermedad de Alzheimer (EA) y el gen receptor de la lipoproteína de baja densidad (RLBD). El estudio se ha llevado a cabo sobre dos cohortes distintas consecutivas, y abre una nueva línea de investigación sobre la genética de esta devastadora enfermedad, cuya incidencia aumenta día a día.
La etiología de la Alzheimer (EA) es compleja, abarcando factores tanto medioambientales como genéticos. Como ejemplos de los primeros tenemos factores como la dieta y el nivel educativo, y como ejemplo de los factores genéticos demostrados tenemos al alelo ε4 de la apolipoproteína E (APOE-ε4).

     En conclusión, los resultados que aquí presentamos sugieren que variantes genéticas que alteran las probabilidades de padecer Alzheimer (EA) se encuentran en el gen del receptor de la lipoproteína de baja densidad (RLBD) o genes vecinos muy próximos. 



    Aqui os dejamos un video para que podais entender cómo puede aparecer y en qué consiste esta enfermedad. Es un poco extenso, pero pensamos que es el video que mejor os va a aclarar las ideas.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Adicción a la fritanga.


    ¿Recuerdan aquello de “no podrá probar sólo una patata”? Ahora, la ciencia muestra el motivo. En PNAS se ha publicado un análisis que podría explicar la adicción, por ejemplo, al consumo de productos grasos como las patatas fritas. El estudio se centró en el papel que juegan las señales endocannabinoides en el intestino de ratas para controlar la ingesta de dietas grasientas. El sistema endocannabinoide -no muy alejado molecularmente de algunos componentes presentes en la marihuana- podría participar en la ingesta de alimentos, apetito o balance energético. Tras ingerir alimento graso, se genera una señal que, desde la lengua, viajaría hasta el cerebro y, a través del nervio vago, llegaría al intestino para estimular la producción de dichos endocannabinoides, los cuales, a su vez, pueden proporcionar la conocida sensación de insaciabilidad. Conociendo estos mecanismos moleculares y a través de compuestos antagonistas, los científicos apuestan por futuros tratamientos contra la obesidad a través de la regulación de la sensación del apetito y saciedad. 

  

Daño en el ADN, catástrofe celular.

    Pocas ciencias han avanzado tan profundamente en el último medio siglo como la biología molecular. Se sabe que nuestros más de 3.000 millones de pares de bases -nucleótidos- constituyentes del ADN conforman toda nuestra esencia vital, morfológica, fisiológica y, en cierta medida, hasta conductual. Mantenerlo inteligible, con fidelidad de copia, generación tras generación es una de las actividades más importantes de un ser vivo. Para evitar que daños en el ADN desemboquen en procesos, por ejemplo, cancerosos, la célula dispone de mecanismos que, entre otras, requieren helicasas -enzimas que separan las hebras del ADN- y nucleasas -enzimas que cortan el ADN-.Se ha descrito un mecanismo que permite reparar las cadenas de ADN dañadas. Según se ha publicado, una pequeña secuencia genética capaz de mantenerse unida a una proteína específica permitiría mantener separadas las dos hebras de nuestro genoma durante la reparación. Estudiada en la bacteria Bacillus subtilis, la proteína se denomina AddAB -enzima que posee actividad helicasa y nucleasa dependiente de ATP- y requiere la presencia de la pequeña secuencia genética llamada Chi para generar una estructura de anillo que mantiene las dos cadenas de ADN separadas. Este nuevo estudio arroja luz en uno de los puntos más críticos para la vida: la transmisión fiel a los tataranietos de nuestras características genéticas.


    El vídeo que os dejamos a continuación es una breve explicación del correcto funcionamiento del ADN y ARN para un mejor entendimiento del artículo en cuestión.

Vitamina A en organogénesis.


    Otro campo en donde se hace evidente el avance en el conocimiento genético es el de la embriogénesis. Desde que un óvulo es fecundado hasta que el embrión adquiere su fisiología completa, las células se van especializando para dar lugar a los diferentes órganos y tejidos. Se ha descubierto el mecanismo que activa y estimula la expresión génica que dispara el desarrollo de las extremidades en un embrión de pollo. Curiosamente, el proceso se dirige a través de la señalización de, entre otros compuestos, el ácido retinoico, un derivado de la vitamina A. Según publica Science, el estudio se centró en el homólogo humano del eje próximo-distal, el que iría desde el hombro hasta la mano. Además del retinoico, el estudio sugiere que la señal necesaria para activar el proceso de dicho desarrollo se compone de factores de crecimiento fibroblástico y de la proteína Wnt3-a (WNT). Este descubrimiento es un tímido avance que algún día podría servir para la fabricación de órganos y extremidades. 

http://www.elcultural.es/version_papel/CIENCIA/29781/Genetica_contra_las_enfermedades